domingo, 26 de septiembre de 2010

Desenchufados



Perdió el Madrid en el Ciudad de Levante inesperadamente el liderato y, con él, buena parte del crédito recaudado, especialmente, en su partido de debut en Liga de Campeones ante el Ajax. Y lo hizo porque, a diferencia de otros partidos en los que, como ayer, llevó la batuta y dormitó en defensa hasta el punto de poder haber saltado perfectamente al campo sin portero (no habría sido grande la diferencia), al equipo se le apagaron las luces en el ataque.
El Levante, siendo mucho menos equipo que, por ejemplo, la Real contra la que hacía justo una semana el equipo merengue se había batido el cobre en Anoeta, no inquietó los dominios de Casillas salvo en una ocasión abortada indecentemente por el juez de línea, sí; pero lo cierto es que el dominio aplastante del Madrid se tradujo en una estéril victoria en posesión de pelota, no en ocasiones.
Las mejores volvieron a llegar a través de un Ronaldo que sigue sin hilar fino, pero que tuvo en su cabeza un golpeo sublime con marchamo de gol que sólo se fue al limbo por la extraordinaria intervención del guardameta levantinista. Porque sí, el Madrid sigue levantando ídolos bajo los palos rivales. Antes a Higuaín le había faltado el plus de suerte y un poco menos de inclinación corporal para rematar en boca de gol un buen centro de Marcelo. Al delantero argentino se le escapó, una hora y pico después, y con el tiempo ya cumplido un balón que se le quedó franco entre el portero, hábil de nuevo en la rapiña, y él.
Y, a grandes rasgos, ese fue el balance ofensivo de un Madrid que, por primera vez en lo que va de curso, dominó sin percutir. No se tuvieron noticias de un centro del campo que se bloqueó ante un equipo encerrado atrás y con la consigna clara de coser a patadas a cualquier delantero merengue que recibiera de espaldas o en posición franca. Tampoco es que sea como para crucificarles. Lo del árbitro, que pareció recordar que su trabajo incluye exhibir tarjetas a los violentos cuando ya había transcurrido una hora del choque, tal vez sí merezca una revisión disciplinaria más exhaustiva.
Ante la falta de alicientes del choque de ayer, a servidor le dio por ponerse a pensar en la historia reciente del Madrid. Esa que algunos esgrimen para cargar contra los valores supuestamente desterrados por Florentino, esa por la que se rasgaron las vestiduras los enemigos acérrimos de Mou al enterarse de su fichaje por el Madrid. Y me vino a la mente que, en mi corta pero intensa experiencia vital en las huestes merengues, que se remonta a finales de los 80, no recuerdo a ningún entrenador que, viniendo de un ciclo perdedor como han sido los dos últimos años para el club de Concha Espina, lograse formar un Madrid que maravillase. La única excepción la firmó Jorge Valdano, que tras sellar una notable temporada 1994-95 (manita incluida al innombrable), salió por la puerta de atrás al año siguiente. Algo similar se podría decir del primer Madrid de Schuster, que no sólo venció con holgura su primera Liga, sino que dejó tramos de juego muy reseñables, sobre todo en la primera vuelta. Eso sí, Schuster heredó un equipo campeón de Liga. El periplo del alemán, paradójicamente, concluyó de un modo similar al del actual director deportivo.
¿Y Del Bosque? El seleccionador campeón del Mundo consiguió algo nada fácil: relevar a un entrenador mediada la temporada y acabar adjudicándose la Champions en un año, por otro lado, en el que el resultado en el campeonato doméstico fue desastroso. Pero lo cierto es que no empezó una temporada con las expectativas que, sistemáticamente, se han puesto sobre los hombros de los últimos entrenadores del Madrid desde principio de temporada.
Mal momento, supongo, para decir esto, después de un empate que escuece tanto como el de ayer, pero creo que este somero repaso a la historia reciente (refutable, como todo) nos enseña que, como en casi todos los equipos, siempre ha rentado más el producto a largo plazo que el cortoplacismo en el que vive instalado el equipo merengue en los últimos años. Faltan automatismos, falta relajación en unos jugadores que parecen vivir en una tensión permanente, falta que cada cual empiece a hacer lo que sabe hacer. Falta asumir que, como en cualquier deporte, se puede perder, y que a veces dar un paso atrás para coger impulso, puede acabar dando mejores frutos en unos años que vivir sumido en una histeria permanente. No digo que desde ya haya que tirar los títulos, pero haría mal el madridismo en desilusionarse por algo como lo de ayer y descartar que haya cosas buenas por llegar en esta temporada. Pero haría peor todavía en no dar tiempo a su propio equipo para que cuaje. La historia reciente nos dice que es lo único que no hemos probado últimamente.
R

Fotografía: Víctor Carretero

3 comentarios:

  1. Con lo facil que hubiera sido haber continuado con Pelegrini, 2 fichajes en el centro del campo (no del perfil de Kedhira o Diarra) + 1 lateral izquierdo.....

    Pero no, la estabilidad pasa por ganar titulos....

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  2. Yo creo que la continuidad de Pellegrini no habría sido en absoluto descabellada. Por supuesto que había cosas que me irritaban de él, pero creo que por encima de todo lo que el Madrid necesita es continuidad. Lo sigo creyendo con Mourinho y creo que Mou es mejor entrenador que Pellegrini. Eso sí, como el club siga devorando entrenadores por año, no vamos a ningún lado. Eso fijo.

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  3. animo con el blog, yo voy poniendome mas a tono con el mio, un saludo crack noticiondeportivo ;)

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