miércoles, 18 de agosto de 2010

El holandés que dejó de ser errante


Bueno, pues el Madrid ya se ha hecho con la medular de la selección campeona de Europa sub-21 y semifinalista del último Mundial. A la contratación de Khedira se ha sumado en la sobremesa de hoy la de la gran revelación de la cita mundialista, Mesut Özil. Teniendo en cuenta que si Alemania fue la segunda mejor selección de aquel campeonato fue gracias a su portentoso centro del campo, no resulta descabellado afirmar que el club de Chamartín ha apuntalado su mediocampo certeramente.
Sí, el esteta alemán Löw completó el trivote en Sudáfrica con otro viejo sueño merengue nunca materializado (no por voluntad del jugador, sospecho), ese Schweinsteiger versión 2.0 que pudo brillar al fin sin el nubarrón de Ballack rondando alrededor. Pero no es menos cierto que si Mourinho optase por un centro del campo similar al germano, tendría la nada despreciable posibilidad de sustituir a Schweini por un Alonso cada día en mayor estado de gracia y con galones de mariscal al fin adquiridos también en la selección.
Toca ahora decidir quién da un paso al frente para enfilar la puerta del saloon de Mou y leo sorprendido cómo, con cierta unanimidad, los analistas vuelven la vista hacia Van der Vaart. Con la vuelta de Kaká, serían cuatro hombres para un puesto, y no les falta cierta razón pero, aun a riesgo de que me llamen pesado, considero que no está de más hacer un ejercicio de memoria y refrescar el final de temporada pasada. El gitano holandés superó en todos los frentes el rendimiento ofrecido por su competidor brasileño y fue una pieza clave para que el Madrid se mantuviera en la pugna por la liga hasta el final (como muestra, sirva el botón de aquel gol mágico contra el Sevilla que puso el Bernabéu patas arriba).
Y eso que cuando acabó el pasado mercado veraniego servidor tuvo la sensación de que el Madrid había despachado a sus dos mejores holandeses y se había quedado con el que nadie quería. Sin que aquello dejara de ser cierto, es innegable que Rafa demostró durante los nueve meses siguientes una entereza y profesionalidad al alcance de muy pocos futbolistas, empezando por su faceta personal y acabando por su rendimiento en el campo. Una pieza vital, insisto, en la tenacidad liguera de los blancos durante la temporada pasada.
No faltan tampoco las voces que alegan el jugoso cartel de Van der Vaart en Alemania para justificar su candidatura a abandonar la casa (blanca). Pues miren, no. Siendo éste un Madrid en el que no se han hecho grandes dispendios (el mayor, Di María que, sin ser un jugador de mi gusto, ha empezado a destilar gotas de calidad esta tarde en Lieja), creo que nos podemos permitir el lujo de sacar a los peores, y no a aquellos por los que van a dar más dinero. Y recuerden, seguimos teniendo a Royston y Mahamadou en el menú, así que todavía sigue habiendo dónde elegir sin descompensar la plantilla. Quien haya visto el partido de hoy y la pretemporada en general habrá confirmado que tener a Drenthe en la plantilla y no tener segundo lateral izquierdo viene a ser, a efectos, lo mismo. Por otro lado, viendo que Lass empieza a ser de nuevo el que es y que Khedira y hasta el propio Xabi pueden jugar en esa demarcación, parece cabal que Mahamadou tiene menos sitio en la plantilla que Rafa. El holandés que fue errante ha encontrado una casa con la que ha sabido comprometerse gustoso. Es hora de devolverle el honor.
R

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