miércoles, 4 de mayo de 2011

La venganza de los Sith

Quienes habíamos visto el aluvión de clásicos que nos ha deparado el mes de abril y parte de mayo como la primera confrontación conocida entre galaxias futbolísticas de esta magniitud, pensamos que ayer, como en la hexalogía de George Lucas, veríamos la última película, la que daba nombre a la saga, una guerra de las galaxias en toda regla, una batalla suprema por el dominio del fútbol continental y, tal vez, mundial. El título de esta crónica, sí, iba a ser ese: “La guerra de las galaxias”.
Lamentablemente ayer la noticia no fue el fútbol ni las galaxias futbolísticas, sino, y más lamentable es que esto no sea novedad, los de negro. En la saga de películas más famosa de la historia de la ciencia ficción, los de negro se llamaban “Sith”, un grupo de seguidores del lado oscuro de la fuerza que emplean el odio para preservar las prebendas del poder oligarca. Los reconocerán porque anteponen el título “Darth” delante de su nombre.
Ayer, por más que vistiese de amarillo, el de negro fue Darth De Bleeckere. A los que ya entramos en una edad que nos hace lucir canas (o en algún caso, calvas), la actuación del árbitro (¿?) nos recordó a la de este anuncio. Aunque no se subió el cuello de la camiseta (sería difícil este año), Higuaín hizo de Cantoná en una jugada a estas horas tan glosada que optaré por resumir como la decisión arbitral más esperpéntica jamás vista. Si Guardiola inauguró el grupo de entrenadores que critican los aciertos del árbitro, Darth De Bleeckere se inventó ayer la falta de alguien a quien hacen falta. Y tan buena le pareció su creación que decidió estrenar su aplicación a lo grande, anulando el 0-1. Menudo fenómeno.
Y después llegó lo que medio planeta pudo ver, el gol de Pedro, el arrebato de furia del Madrid, materializado en un gol de Marcelo después de una espléndida jugada de Di María que acabó con Mascherano, cómo no, por los suelos. Quedaba media hora de sueños que Darth De Bleeckere se encargó de convertir en pesadilla con una actuación menos escandalosa pero igualmente exasperante.
El Barça tiene su final. Enhorabuena. Los hay incluso que hablan de satisfacción y justicia. Allá ellos. Hay gente que miente y gente que se cree sus mentiras porque es lo único que les permite encerrar su conciencia detrás de la puerta de su propia ruindad. Gente que, además, adorna la mentira con efectismos baratos. Por desgracia, eso no hace que sus vidas dejen de sustentarse sobre mentiras. 
R
Foto: Reuters

1 comentario:

  1. Un robo como una catedral, esto ya apesta y lo más grave es que estos maestros de la mentira y la falsa humildad seguirán engañando.

    Su fútbol ya aburre y hemos demostrado que sabemos desactivarlo. 11 contra 11 no han sido capaces de ganarnos. Que disfruten mientras puedan, porque visto lo visto esta primera temporada del proyecto Mou, la que viene los vamos a aplastar sin piedad.

    Un saludo y ¡HALA MADRID!

    http://mibufanda.blogspot.com

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