jueves, 3 de febrero de 2011

La llave


Consciente e inconscientemente, la memoria es selectiva y caprichosa. No es algo negativo. Abres los ojos, miras la hora, plantas un pie en el suelo y el primer recuerdo de anoche es el de Özil deslizándose por el césped meciendo a su pareja de baile hasta la red, obligando a Javi Varas a inclinarse ante el ballet perpetuo del alemán.

Te acabas de despertar mientras resuena en tu mente el eco de timbales y trompetas de Adebayor en el área, la pelota suspendida entre el pecho y el empeine, reventada un instante después. La música no solo la ejecutan violines y arpas. Viva la percusión.

Sin embargo, hay que obligarse a recordar que hubo 81 minutos de algo así como un tedio expectante e inquietante. Un Sevilla timorato que llegó a Madrid buscando forzar la prórroga. Gregorio Manzano sigue posando para sus aficionados al poner excusas milimétricas cuando tendría que reconocer que lo mejor que ha hecho su club en estas semifinales ha sido el video previo a la ida.

El Madrid dio muestras de que, de momento, febrero es solo un apéndice de ese enero infernal que ha castigado a un equipo que aún arrastra esa cadena, bien fija al candado que le impusieron el 29 de noviembre. Tiene dos meses largos para encontrar la llave. Esa es una de las principales esperanzas.

GT

1 comentario:

  1. Y ya la podemos encontrar pronto, porque ojo, vaya partidito ayer.

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