domingo, 27 de febrero de 2011

Humo


No habían pasado ni diez minutos desde el inicio del partido y ya me sobraba Casillas. No habían pasado ni diez segundos desde el final del partido y ya había decidido que, este año, el humo, me lo tendrán que hacer tragar, porque, vendérmelo, no me lo van a vender más.

La convulsión eterna en que vive el Madrid hace que necesite, muy regularmente, un acicate en forma de contratiempo, una afrenta inesperada, el planteamiento de una tragedia, el filo de una navaja rozando la yugular. Y no. Anoche se enfrentó contra el que posiblemente sea el peor equipo de la Primera División. El más plano, el más soso, el más romo. Nunca lo sabremos, pero permítame el lector este brindis al sol: el Deportivo de La Coruña no estaría más arriba del octavo lugar en Segunda División. A veces el oro es más barato que la plata.

A estas horas del domingo supongo que quien no vio el partido ha visto el resumen, se ha leído un par de crónicas (entre ellas la del compañero R, seguro) y sabe bastante bien por donde se anda. Felicidades. Yo, en cambio, que vi el partido, he blasfemado tragando bilis catódica en dos telediarios y me he leído algunas crónicas, no tengo claro casi nada, aparte de esto:

-El Madrid es ese equipo en que uno de sus hombres de ataque (especialmente CR7, Di María y Özil), tras recibir un pase de Xabi Alonso, intenta hacer la jugada de su vida, llegando al límite en cada regate, en cada carrera, en cada disparo. Cuando ve que los libros de historia siguen cerrados por mucho que porfíe, cede la pelota a un compañero, casi siempre en situación de desventaja con respecto al rival.

-Al Madrid lo entrena el mejor preparador del mundo. Lo dice la FIFA. Amén. A mí me gustaría que lo entrenase de verdad un entrenador distinto. No distinto en la sala de prensa, donde es único, sino revolucionario en sus planteamientos. Un entrenador que regale la segunda parte en lugar de la primera. Un entrenador que alinee a cinco delanteros en la primera media hora en lugar de en la última. Un entrenador que no salga, invariablemente, sea en la Champions o contra el equipo más plano, más soso y más romo de España, con los consabidos dos mediocentros, protegiéndose de yo qué sé qué. Quien lo sabe todo no puede aprender nada en Almería y Pamplona.

Ya acabo. Lo que más me extraña y me preocupa es la ausencia de crítica, la alabanza casi unánime de este domingo a la manera de acabar el partido del equipo de Mourinho. Como si sólo se pudiera exigir al Madrid pundonor, casta y fe. Como si el fútbol construido con talento, pausa y alternativas le estuviera vedado a este club. Como si se tuviera miedo a importunar al técnico desde los grandes medios. Como si el mismo Mourinho, reconozcámoslo, no hubiera llevado a cabo la misma estrategia que empleó ayer el Depor para llegar, hace casi once meses, por primera vez al Bernabéu.

GT

2 comentarios:

  1. Tranquilo Quique. El único problema del Real Madrid se llama Josep Guardiola.
    Mientras este superclase siga con su equipo superclase, el Real siempre estará dos pasos por detras. Pero no es para llorar, esta en la mejor liga del mundo y es el segundo mejor equipo. Que Florentino ahorre para cuando se jubile Pep.
    Saludos

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  2. ¿De verdad creeis que el artifice de este Barcelona es Guardiola?que tenga algo que ver,seguro,pero el que tenga en su equipo un tio como xavi,otro como messi,iniesta...eso es gracias al gran Pep Guardiola? desde aqui aplaudo al Barcelona como institucion,a Van Gaal por hacer debutar a Xavi en su dia,y sobre todo a Rijkaard que fue el que empezo este gran Barça,pero a Guardiola...me gustaria verle entrenar al Oporto ;)

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