lunes, 22 de noviembre de 2010

Un yoyó a través del aire


Una vez leí o le escuché decir a alguien que en ‘Las Meninas’ Velázquez logró “pintar el aire”. Y es cierto. Entre los personajes y en la parte superior del cuadro se detecta con la vista y, permitidme la exageración, casi con el olfato, el ambiente, el aire, de aquella estancia del desaparecido alcázar de Madrid.

Quizá influido por la teconolgía HD, que ‘pinta el aire’ con la misma eficacia que lo hizo Velázquez 350 años antes, al ver a Özil desplazar el balón durante el partido entre el Real Madrid y el Athletic Club me vino a la memoria el recuerdo de esa idea. Seguro que el alemán habrá jugado y jugará partidos más completos. Como también es seguro que siempre transmitirá las mismas sensaciones al entrar en juego. La de estar ante uno de esos futbolistas verdaderamente distintos, capaces de jugar con los cuatro elementos de este deporte: pelota, espacio, tiempo y rival. Con el aire que se cuela entre el césped, los equipos y la pelota.

Llega medio segundo antes y pone la pelota un centímetro por encima, o por debajo, de la bota, de la cabeza o del guante del rival. A veces, cuando dos adversarios le rodean y un compañero descolocado le estorba, piensas que perderá la posesión. Pero no. Desenreda cualquier lío como cualquier colegial de los que ya no existen dominaba el yoyó. Enseñándolo y escondiéndolo a su antojo, como si el cuero estuviera cosido a sus pies con una goma elástica que sólo los de su casta poseen y que no es otra cosa que el toque mágico para dominar algo tan vivo y caprichoso como un balón.

GT

1 comentario:

  1. Este chico tiene algo especial, sin duda.

    A ver si le sale un buen partido en el Clasico.

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